lunes, 3 de febrero de 2014

MOMENTOS PARA LA MAGIA


Debemos considerar ahora un elemento importante en la práctica de la magia: el tiempo. ¿Son algunos momentos mejores que otros? ¿Cómo saberlo?

En primer lugar, tiene usted que atender sus necesidades y obligaciones inmediatas. No le servirá de nada pronunciar conjuros mientras se encuentre en el despacho, en casa con niños que no cesan de alborotar o con la acuciante necesidad de poner una lavadora. 

Si sólo puede tener libres los viernes por la noche y los lunes por la mañana, será mejor utilizar esos momentos, con independencia de otras consideraciones. Es mucho mejor dedicar una sola hora a la magia, y estar tranquilo, que inaugurar el día con una ceremonia completa cada mañana… y perder el autobús.

No obstante, si tiene en cuenta ciertos factores de tiempo, su magia se beneficiará de ello. Existen muchos factores de ese tipo, pero los tres más importantes son: 
  • las diferentes energías del día y de la noche
  • los momentos de encuentro entre ambos
  • las fases de la luna
  • los vientos


EL DIA Y LA NOCHE



Durante el día predomina la energía del sol, que es fuerte, activa y expansiva. La luz solar le empuja a salir, a explorar e intentar cosas nuevas, le da valor, favorece la comunicación, los negocios y el comercio. Es el yang (masculino) de a filosofía china.

El día propicia la magia que implica relacionarse con los demás, expandirse en el mundo, obtener fortaleza y poder. Las cuestiones de trabajo y dinero se abordan mejor durante el día, así como los viajes y las fases de las relaciones amorosas que exigen construcción y expansión.
Si la prosperidad es para el día, la fertilidad es para la noche, debido a su cualidad esencialmente receptiva.

Durante la noche predomina la luna. Su energía es fría y suave, receptiva, introspectiva y misteriosa. Fomenta la meditación y el silencio, la poesía y el arte. Es el yin (femenino) de la filosofía china.

Los rituales destinados a descubrir alguna verdad oculta en nosotros mismos deben efectuarse por la noche, así como los intentos para comunicarse desde el interior con alguien lejano. La magia de adivinación suele efectuarse durante estas horas, así como la proyección astral y otras experiencias esotéricas.

AMANECER Y ANOCHECER



Los milagros pueden ocurrir sobre todo durante el amanecer y el anochecer. Ésos son los momentos que se deben aprovechar para practicar magia.

Si no lo ha hecho antes, permanezca una noche entera despierto. Observe cómo la oscuridad se va abriendo con lentitud para revelar formas y colores nebulosos, y cómo luego, de repente, aparecen los primeros rayos del sol, dándole a todo una vida muy sutil. Sin duda percibirá entonces la cualidad mágica de esos momentos. 

Prepárese para trabajar con su magia: podrá canalizar y utilizar la energía emitida por la tierra que despierta.
¡Pero debe permanecer atento! Si dormita, no hará más que quedarse medio helado a las cuatro de la madrugada, delante de una ventana abierta, y pillar un resfriado. Ponga el despertador bastante antes del amanecer y prepárese con cuidado. Su sacrificio se verá recompensado.

La magia, en todas sus formas, resulta muy beneficiada cuando se practica a la salida del sol. Es el momento más adecuado para los conjuros relativos a nuevos comienzos: para encontrar un nuevo amor, un nuevo trabajo o incluso una nueva dirección en la vida; para recuperar la confianza y la esperanza en el futuro después de haber pasado por una mala época; para recuperar la salud tras una enfermedad, o para curar un corazón roto. 

El mejor modo de practicar la magia al atardecer o al amanecer es permaneciendo al aire libre, de algún modo en contacto con la naturaleza, sentado en un patio o balcón, o delante de una ventana abierta. No olvide colocarse siempre de cara al este, pues es por donde sale el sol.

La puesta del sol también es un momento mágico. Es frecuente sentir una repentina tristeza en ese momento del día, a medida que la luz se desvanece para convertirse en oscuridad. Si se encuentra con un ánimo receptivo, cada puesta de sol puede ser como una pequeña muerte. 

Es el momento de rendir cuentas y de cobrar conciencia de la forma en que ha gastado sus energías. La puesta de sol ha perdido la mayor parte de su impacto desde la llegada de la electricidad; el sol se pondrá sin que usted se dé cuenta, con las luces encendidas y el ruido del televisor, a menos que tenga el propósito de observarlo.

Se trata, sin embargo, de uno de los momentos más importantes y mejores para conocerse a sí mismo, sobre todo en épocas de confusión y tensión; en este sentido, la magia de la puesta de sol resulta muy productiva. Cada vez que quiera conocer la verdad sobre algo, utilice el poder de los últimos rayos del sol que permanecen en el horizonte. Ya se trate de una verdad que alguien le oculta, o que se oculta usted a sí mismo, conseguirá recibir una respuesta a sus preguntas, siempre y cuando canalice la energía de las criaturas de la naturaleza que se preparan para la noche. 

Recuerde que debe mirar hacia el oeste, el lugar por donde se pone el sol.

MEDIODIA Y MEDIANOCHE

Cuando el sol se halla en su punto más alto en el cielo, ha llegado el momento de utilizar todo su poder. Utilícelo para obtener vigor, fortaleza y salud, y para dar un impulso extra de energía a cualquier clase de magia.


Si quiere usted desembarazarse de algo, de una actitud, un hábito, una idea o cualquier otra cosa que desee desterrar de su vida, el momento más adecuado para hacerlo es la media nocheSi además elige una noche de luna menguante y en la que sople un viento del norte, no puede fallar.


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