martes, 11 de febrero de 2014

LA OUIJA




ANTECEDENTES

La primera referencia que se tiene de un fenómeno similar a la Ouija, se remonta en el pasado más de 3000 años y se encontró en China. Se trataba de un método de adivinación conocido como “Fu Ji”. También en Grecia, al parecer Pitágoras realizaba contactos con los “espíritus” a través de una tabla mística que se movía sobre ruedas y podía describir símbolos. Este tipo de instrumentos también eran conocidos en el Imperio Romano. Incluso se tiene constancia de que en la América Precolombina había artefactos como las “Tablas Squidillatc”, con las cuales se podían encontrar objetos o personas, si bien éstas estarían más relacionadas con fenómenos como la Radiestesia o la Rabdomancia. 

El origen del término “Ouija” no está claro, se ha dicho que posiblemente venga de una antigua palabra egipcia que significa “suerte”. Otra posibilidad es que el nombre venga de la ciudad marroquí “Ouija”. Sin embargo, la hipótesis más plausible es que el nombre proviene de la palabra "sí" en francés (Oui) y en alemán (ja).

Lo expuesto con anterioridad muestra que el afán de comunicación con el “más allá” se pierde en la noche de los tiempos. 

Hermanas Fox
Ahora bien, lo que realmente origino lo que hoy llamamos Ouija se inició a mediados del siglo XIX, en concreto en 1.847 con los fenómenos que se hicieron sentir en la casa de la familia Fox, en Hydesville (Nueva York). 

En dicha casa se oían golpes con frecuencia lo que llevó a las dos hijas del matrimonio a jugar con éstos a modo de pasatiempo. El fenómeno se fue dando a conocer y el método se fue perfeccionando; se comprobó así que el origen de todo parecía estar en una supuesta “inteligencia inmaterial” que afirmaba haber fallecido en dicha casa. Este hecho causó sensación y dio inicio a investigaciones que destaparon este tipo de fenómenos y que posteriormente se extenderían a Europa.

LA TABLA OUIJA


En el año 1853 el espiritualista francés Alphonse Caghanet, al parecer, diseñó una Ouija similar a la que conocemos en la actualidad. Posteriormente con ciertas modificaciones sobre la base de dispositivos más o menos artesanos que circulaban en la época, el 28 de mayo de 1890 se registró la patente de la primera tabla Ouija, que curiosamente pretendía ser un juguete, declarando a Elijah J. Bond como su inventor, William H. A. Maupin y Charles W. Kennard como titulares. 



Posteriormente la patente fue vendida a William Fuld, antiguo empleado de Kennard, cuya compañía comercializó el juguete hasta que Parker Brother adquirió los derechos en 1966. 

La popularidad de la Ouija se produjo entre otras cosas, por las dos guerras mundiales que sembraron de victimas los campos de batalla y por ende, la necesidad de padres y viudas de saber de saber de sus desaparecidos. Hasta el momento se cree que se han vendido más de 30 millones de unidades.

La Ouija es una pequeña tabla plana, de madera o cartón, en la cual “figuran” todas las letras del alfabeto, los números de "0" al "9", un "sí", un "no" y un "adiós" junto a un indicador móvil en forma de puntero o corazón, sobre el que se colocan la yemas de los dedos. Este objeto se desliza por el tablero indicando los números o las letras, moviéndose con rapidez sin el conocimiento consciente de los allí presentes, deletreando mensajes en respuesta a las preguntas de éstos.

POSIBLES EXPLICACIONES

Hay una cosa que todo el que ha participado en una “sesión Ouija” conoce, y es que si hay algo que llame la atención de los asistentes “noveles”, al margen del interés que puedan tener las respuestas obtenidas, “esto” es sin duda la velocidad a la que se mueve el ”puntero”. Las miradas de asombro se entrecruzan entre los atónitos participantes como pensando: ¿Quién de vosotros está moviendo esto? o ¡ya está bien de bromas¡ ; por si fuera poco, las palabras se suceden de forma coherente y en consonancia con las preguntas. 

Todo ello genera una atmósfera extraña que puede hacer desistir a más de un principiante e incluso provocar pesadillas a posteriori. A la sorpresa y dudas iniciales, siguen preguntas obvias: ¿Cómo es posible que ocho dedos (o tres, o doce, etc.) de personas distintas conduzcan el puntero de forma tan veloz y dirigida para formar frases sin pausa? ¿Cómo es posible que no haya errores en la construcción de estas frases?; estas preguntas generan confusión, porque su respuesta no es fácil, y no lo es porque para responderlas hay que tratar de descifrar un enigma que lleva miles de años abierto. Además, la imposibilidad de encontrar respuestas entronca directamente con los riesgos de esta práctica. 

Por todo ello y al margen de su posible explicación, al menos a priori, la Ouija puede ser peligrosa para aquellos que son muy sugestionables y para cualquier persona que padezca desórdenes emocionales o de personalidad, también para todo aquel que haya tenido o tenga contacto con drogas. Digamos que para una personalidad “con problemas” la Ouija no es la mejor terapia, y por supuesto se aconseja que bajo ninguna circunstancia sea usada por niños.

Tradicionalmente se han planteado dos posibilidades de contacto mediante la tabla Ouija. 

1) La primera sería un contacto con lo más profundo de nuestra mente (subconsciente o inconsciente), esta hipótesis es sostenida por muchos profesionales de la Psicología y la Psiquiatría; 

2) La segunda, el contacto con una entidad inteligente de origen “extra-físico”, para lo cual habría que admitir la posibilidad de que la “conciencia” pueda existir más allá de la muerte. Hay que decir que las investigaciones recientes muestran claros indicios que apuntan a esta última posibilidad. 

Así lo atestiguan los estudios realizados con Médiums en Universidades prestigiosas de todo el mundo entre las que destaca la Universidad de Arizona (EEUU) y su Proyecto “Veritas”; el minucioso escrutinio y análisis de miles de casos de “Experiencias Cercanas a la Muerte” (NDES) elaborados por reputados investigadores de diversas Universidades y Hospitales, con cientos de publicaciones en las mejores revistas de la especialidad, destacando el proyecto internacional AWARE del que se esperan interesantes conclusiones próximamente; y los estudios elaborados por la Universidad de Virginia (EEUU) entre otras, que analizan miles de casos de Reencarnación, científicamente denominada “Memoria Extracerebral”. 

Sea como fuere, ambas posturas están de acuerdo en algo, y es que para la psiquiatría moderna, entrar en contacto con una parte “oculta” de nuestra conciencia puede ser tanto o más peligroso que contactar con una entidad “extra-física”, esto es debido a que nuestros miedos más profundos pueden ser el detonante de determinadas disfunciones psíquicas e incluso el interruptor que abra y ocasionalmente potencie facultades psíquicas difíciles de “gestionar”, produciendo el fenómeno paranormal, e inclusive supuestos fenómenos de posesión, ya sugeridos tras muchos años de experiencia clínica por algunos pioneros en los campos de la psicología y la psiquiatría, entre los que se encuentran los doctores Carl Wickland, Edith Fiore, Joel Whitton, y William Baldwin entre otros.

Por otra parte, debemos tener claro que el material que hasta ahora se ha extraído de las sesiones Ouija, no ha aportado ninguna prueba científica concluyente en la que podamos apoyarnos para demostrar la conexión con nuestro subconsciente, o con la realidad “extrafísica” de las entidades con las que supuestamente se contacta. 

Sin embargo la investigación científica si ha aportado gran cantidad de resultados significativamente estadísticos en ensayos sometidos a control exhaustivo de laboratorio, que parecen demostrar la existencia del fenómeno de comunicación paranormal. 

Joseph B. Rhine, Biologo y Parapsicologo. 
Así parecen indicarlo las numerosas investigaciones reportadas por científicos de prestigio como lo fueron o son, entre otros Joseph B. Rhine y Karlis Osis del Departamento de Parapsicología de la Universidad de Duke en Carolina del Norte (USA), Karl Pribram neurólogo de la Universidad de Stanford en California (USA) o el Dr. Stanislav Grof psiquiatra miembro del Instituto de Estudios Integrales de California (EEUU) y uno de los fundadores de la Psicología Transpersonal.

En cuanto a la dinámica del fenómeno, que como otros tantos fenómenos paranormales es de naturaleza tremendamente compleja y de difícil medición lo que hace que sus resultados siempre estén sujetos a hipótesis y conjeturas, el punto de vista materialista sostiene que los mensajes provienen de la acción del consciente o del subconsciente de los “jugadores”. Se habla asi del efecto ideomotor, que consiste en que los musculos se comportan inconscientemente de acuerdo con una expectativa implantada. 

Lo que hace que este hecho simple sea tan importante es que no estamos enterados de que nosotros somos la fuente de la acción resultante. Esta carencia de cualquier sentido de volición es común en muchas acciones diarias. Sin embargo, el problema de esta hipótesis radica en que para admitirla debería explicar cómo se conjugan los reflejos ideo-motores de varias personas conjuntamente y para dar un efecto unificado y coherente. 

SEIP
Por su parte, la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP), en consonancia con la corriente dominante dentro de la ciencia parapsicológica en la que se admite la existencia de un “agente Theta” o “externo” en muchos fenómenos paranormales, plantea que la Ouija puede tener como base de funcionamiento, una parte humana y otra desconocida. Añade además que es indudable que son los “jugadores” quienes mueven el máster, puesto que no se tiene constancia fiel y comprobada que se haya movido sólo. Pero que pudiera ser que alguna persona sirva de "canal" -Médium- y sea el detonante de la acción, canalizando los mensajes que provienen supuestamente de ese “otro lado” desconocido.

POSTURA DEL ESPIRITISMO

El Espiritismo, defiende la realidad del mundo espiritual y la posibilidad de comunicación con el mismo. Aunque en los prolegómenos de este movimiento se utilizasen diferentes formas rudimentarias de comunicación con ese “más allá”, como las cestitas con lápices en su interior o las mesitas donde los asistentes a las sesiones colocaban sus manos produciendo éstas movimientos y sonidos; en todas ellas sería necesaria la intercesión de un medio o canal con el “más allá” al que denomina “Médium” y sin el cual no se produciría el fenómeno. 

En el caso de la Ouija, esta corriente de pensamiento admite dicha posibilidad, de modo que para que una sesión de este tipo pueda darse, es preciso que alguno de los participantes posea dicha facultad mediúmnica.

Según el Espiritismo, los espíritus habitan en una “realidad vibracional” paralela a la nuestra, más “sutil” que les serviría de soporte y a la que bajo determinadas condiciones y por distintos mecanismos, aún por determinar, sería posible acceder. Hay que decir que este planteamiento no es en absoluto descabellado y puede encontrar apoyo en la física cuántica que actualmente se debate en el intento de describir la estructura de la realidad planteando hipótesis compatibles con dicha posibilidad.

El Profesor Hipólito León Denizard Rivail más conocido como Allan Kardec después de estudiar los fenómenos de supuestas comunicaciones con los espíritus a través de los métodos antes referidos. Publicó un tratado de estudio experimental sobre las mismas titulado “El Libro de los Médiums” donde se recogen toda la experimentación sobre este asunto. No solo fue el primer estudio serio en este campo, si no que marcó el inicio del estudio sistematizado de estos fenómenos desde un punto de vista objetivo y racional. 

Posteriormente se crearían sociedades e instituciones de prestigio internacional que siguieron trabajando en esta línea. Es el caso de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres (S.P.R); la Sociedad Americana de Investigaciones Psíquicas (A.S.P.R.) o el Instituto Metapsíquico Internacional de París, instituciones todas ellas en la que prestigiosos científicos de cada época involucrada participaron y participan en investigaciones sobre el fenómeno mediúmnico.

En cuanto a los peligros de la Mediumnidad en general y de la Ouija en particular, también el Espiritismo tiene algo que decir. 

Así algunos “psíquicos” y “médiums” experimentados afirman que si bien en algunos casos se puede contactar con verdaderos “espíritus”, las respuestas obtenidas provendrían de entidades en diferentes niveles de evolución intelectual, lo que tendría una relación directa con el interés y los fines perseguidos por los participantes. 
De este modo un interés trivial solo atraería a entidades poco “evolucionadas”, mientras que un interés noble y sincero que persiga un fin útil, podría generar un contacto con alguna entidad “evolucionada”. 

Es aquí donde radica el peligro, ya que las personas poco instruidas en la materia, con intereses triviales o con problemas psíquicos pueden ser un foco de atracción sobre el que espíritus poco evolucionados provoquen fenómenos de obsesión en distintos grados que pueden ir de la obsesión simple a la subyugación pasando por la fascinación, todas ellas disfunciones psicológicas de considerable gravedad. 

De este modo, el fenómeno mediúmnico vendría a ser para el investigador serio, lo que el laboratorio para el químico y por la misma razón que nadie que ignore las leyes de la Química osa adentrarse en la experimentación con reactivos, ninguna persona profana en asuntos de índole paranormal, debería jugar con dicho fenómeno.

Fuente: http://www.cegiespirita.es

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